En Febrero de 2017 el equipo Vanyou cumplía al fin uno de sus sueños más anhelados: Viajar a Nueva Zelanda y visitarla a bordo de una furgoneta camper. Fue una experiencia fabulosa de la que guardaremos fantásticos recuerdos. Pero además nos trajimos unas cuantas ideas en la cabeza. A la vuelta comenzamos a darle vueltas a un nuevo concepto de furgoneta camper de alquiler para nuestra flota. No sin dificultades el proyecto poco a poco fue tomando forma, aquí os contamos todo el proceso.
Puntos clave
- Cinco plazas de viaje y dos camas dobles.
- Equipada con calefacción estacionaria , pila, cocina y frigorífico
- Techo rígido con ventanas.
- Depósito de agua de 60 litros con ducha exterior
El origen de la idea.
Además de comprobar lo desarrollado que está allí el sector de alquiler de vehículos camper, tanto autocaravanas como furgonetas y hasta pequeños monovolúmenes. Una de las cosas que nos llamó la atención es que apenas se ven los vehículos con techo elevable que tan conocidos son aquí. En su lugar suelen ir equipados con techos rígidos de fibra de vidrio. Es cierto que esto se adapta bien a unas condiciones climáticas que nada que ver tienen con las de España. Viajar con lluvia y viento hace del techo rígido casi una necesidad.
El vehículo que alquilamos era una furgoneta Toyota Hiace, el modelo más frecuente allí. Las dimensiones serían similares a las de una Volkswagen Transporter de batalla larga. La furgoneta llevaba instalado un sobre - techo de fibra con ventanas a ambos lados y una claraboya en la parte superior. La furgoneta está pensada para dos personas así que solo incluye una cama doble en la parte trasera. Durante el día se puede modificar la estructura de la cama para convertirla en un salón con dos sillones a ambos lados de la mesa.
El equipamiento incluye también un mueble - cocina con cajones para el menaje una cocinilla de gas con dos fogones y un amplio frigorífico. Incorpora un modulo aparte con una pila con grifo (50 litros). Un pequeño arcón y un par de altillos en la parte delantera y trasera donde guardábamos las almohadas y el edredón para dormir completan las opciones de almacenamiento.
Desde el primer momento nos dimos cuenta de lo cómoda que resultaba esta distribución. El techo elevado ofrece una gran sensación de amplitud y permite estar de pie dentro del vehículo en todo momento. La altura de los muebles está pensada para poder cocinar y fregar de pie lo que resulta muy cómodo. La única pega que le veíamos, pensando en el uso en España, era que sacrificabas el poder aparcar en un parking subterráneo pero, siendo realistas, ¿Cuántas veces aparcas en un parking durante un viaje de vacaciones?Después de tres semanas viviendo a bordo nos convencimos de lo práctico que resulta un vehículo con estas características y una idea que hasta el momento no nos habíamos planteado se instaló en nuestras cabezas: ¿Sería interesante introducir en nuestra flota un modelo con techo fijo? ¿Podríamos añadir a nuestro equipamiento estándar un mueble cocina con una pequeña pila que tan útil resulta para ser autónomos con nuestro vehículo? ¿Qué tal un frigorífico un poco más grande?
Un concepto distinto.
De vuelta a casa comenzamos a darle vueltas al nuevo concepto y a analizar las distintas posibilidades. ¡Teníamos que conseguir algo similar con una Vanyou! Desde el principio tuvimos claro que queríamos un modelo para cuatro personas. La idea era mejorar el techo elevable, pues sabemos que invierno es un punto débil. Finalmente, optamos por seguir una línea homogénea con nuestros modelos Vanyou Standard y Vanyou Lite y utilizar el mismo vehículo base con el que hemos trabajado hasta ahora: La Volkswagen Transporter.
La primera opción que evaluamos fue la configuración de techo elevado que ofrece Volkswagen. Aunque por precio puede ser interesante, lo cierto es que tenía algunos inconvenientes: En primer lugar obliga a elegir la configuración de batalla larga, con lo que el vehículo ya no sería del mismo tamaño que los otros dos formatos. Por otro lado la altura no permite albergar la cama superior. Otro inconveniente es que no se puede configurar portón trasero. En conclusión: no era una opción viable.
Nuestra segunda opción fue mantener la misma configuración de la furgoneta y recurrir a los techos de fibra de la marca alemana Reimo. Esa fue otra guerra, en España esos techos no se montan de manera habitual con lo que nuestros equipadores no lo tenían fácil para conseguir uno. La marca les vendía el techo pero no lo enviaba a España, así que había que buscar un transportista y salvar todas las trabas. Finalmente después de un tiempo de gestión, ¡buenas noticias! Podíamos traer el techo.
Poco a poco el proyecto iba tomando forma. Teníamos claro el vehículo y el techo, ahora teníamos que rehacer el diseño interior. Buscábamos una furgoneta con más confort que la Vanyou Standard. La idea era instalar una pila que permitiera poder fregar dentro. Queríamos elevar la altura de los muebles para mejorar la comodidad, también buscábamos una nevera con más capacidad e instalar depósitos de aguas limpias y grises.
Básicamente, era volver a hacer un diseño desde el principio, como cuando diseñamos nuestra primera furgoneta Standard, ¡Vamos, un jardín de incertidumbres!
A nuestra cabeza venían muchas ideas pero había que encajarlas todas. Empezamos los primeros bocetos en el ordenador, hasta que finalmente dimos con la solución más práctica para un mueble que está destinado al alquiler. Algo sencillo, como siempre nos ha gustado, pero a la vez con todos los detalles.
La configuración que queríamos ya estaba clara:
- Techo rígido, que convierte la furgoneta en una camper con una altura de 2.65m
- Dos ventanas en los laterales del techo
- Muebles altos que te permiten cocinar y fregar de pie
- Asiento cama con tres plazas de viaje.
- Cajones para aumentar la capacidad de almacenaje.
- Depósito de aguas limpias de 65 litros con toma exterior y conexión para ducha.
- Depósito de aguas grises de 30 litros con desagüe.
- Pila para poder fregar en el interior.
- Cinco plazas de viaje en total.
- Dos camas dobles
- Nevera de compresor de 50 litros.
- Asientos delanteros giratorios.
- Calefacción estacionaria.
El proceso
El objetivo era tener el vehículo disponible para la temporada de 2018, así que pusimos toda la maquinaria en marcha. Había que comprar el vehículo, encargar techo y asiento - cama, fabricar mueble, comprar nevera, elegir la pila, etc. Sobre el papel todo claro.
Lo que no imaginábamos es que todo se iba a complicar tanto. El vehículo se retrasó por problemas internos de la marca. El diseño de las piezas del mueble se complicó y tuvimos que hacer tres intentos hasta que las piezas encajaron. La instalación también fue una tortura, muchas cosas eran nuevas para nosotros y todo nos salía mal...
Para más complicación, el techo y el asiento no llegaban a España y el retraso empezaba a acumularse. Afortunadamente, al final conseguimos remontar la situación. Pudimos dejar el mueble instalado y el techo al fin llegó junto con el asiento-cama.
Mientras tanto el diseño de la rotulación de la furgo iba avanzando. Desde el principio pensamos en una ilustración inspirada en las tribus de Mongolia pero nos costó encontrar un nombre que nos gustase. Nuestro diseñador apostó por innovar y nos hizo una propuesta que nos dejó con la boca abierta, acertó desde el principio, un diseño con vinilo impreso combinado con vinilo de corte.
Entrabamos en la recta final pero aun tendríamos otro contratiempo. Cuando llevamos la furgoneta para que nuestro equipador instalase el techo y vio los muebles nos comentó que igual tendríamos problemas para la homologación. Al llevar los muebles altos y plazas traseras de viaje era posible que el laboratorio rechazase el proyecto.
Nos cayó un jarro de agua fría, diríamos más bien congelada. Todo nuestro esfuerzo, sufrimiento, ilusión se podía quedar en nada. Fueron dos semanas y media bastante agónicas sin respuesta por parte del laboratorio pero finalmente, ¡todo salió bien!
Sólo quedaba el último paso, la homologación por parte de la ITV. En principio algo fácil que nuestro equipador podía tramitar pero, de nuevo otro problema, con el retraso acumulado, cerraba por vacaciones y no nos podía hacer la gestión. En principio no había mayor problema, nosotros mismos lo haríamos en Valencia en la estación de ITV donde solemos llevar los vehículos.
Con la furgo terminada y toda la documentación del proyecto en principio sería simplemente un puro trámite, pero ¡no! justo habían cambiado el procedimiento y ahora el trámite era mucho más exigente y lo que es peor, largo en el tiempo. Estábamos a siete de julio y eso nos podía llevar diez días más. Fue necesario pelear de lo lindo, y llorar un poco también, para que la cosa se agilizara y finalmente conseguir la homologación en plazo.
Así que al final lo conseguimos, nuestro nuevo formato al que hemos llamado Vanyou Ultimate es una realidad y nuestra furgo Kazakh está lista para rodar. Hemos puesto todo nuestro empeño e ilusión en este proyecto convencidos de que es un formato hoy por hoy único en el mundo del alquiler de furgonetas camper. Esperamos que os guste y que la podáis disfrutar.